Mi nacimiento fue anacrónico. Tuve que haber nacido cuando el respeto a los demás era la regla de convivencia y los principios morales estaban en su mayor ventura. La gente se desvive por ser moralmente correcta, pero porque ese acto les agrega un ornamento a su personalidad. Odio la hipocresía más que la fealdad de Fiona. Me revienta la gente hipócrita que con su falsa postura hacen creer a los demás que son unos ángeles caídos del cielo. Y en verdad es que lo son.
El león no es como lo pintan, pero tampoco lo es el ser humano.
El león no es como lo pintan, pero tampoco lo es el ser humano.
1 comentario:
Buenas noches,
Tan solo quería comentar que me alegra ver una de mis fotografías en tu blog.
Gracias por ello y un saludo,
Sara Musicò
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