La clase de Andrea María por la mañana en el CENAR. No tenía definido si por la tarde iría a trabajar unas declaraciones donde un amigo o si me quedaba en casa. Lo más seguro era lo primero, pero Andrea María me dijo que quería ir al cine. Busca la cartelera de cine en el periódico y encuentra que la película de su predilección sólo la exhiben en Metrocentro y me indica su negativa para visitar ese lugar; otros son los cines Reforma, que tampoco son de su agrado. Una última opción es La Paza Merliot, porque de Gran Vía ya la retiraron de cartelera según supe por su propia boca. Después de tanto misterio le pregunto que cuál es la película que desea ver y me responde que Entrenando a papá. Con esta solicitud aplazo toda aspiración laboral y justo a las dos de la tarde emprendimos la travesía urbana desde el puerto de La Ciudad de Joyas y Preseas hasta el puerto de la Plaza Merliot. Andrea, encantada con la película y muy buena para cu corta edad. Para mí es una película un poco tierna y con un argumento bastante flojo y predecible.
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