jueves, 25 de septiembre de 2008

El jardín imaginario

Andrea María, la primera de la fila (y al lado del retrato de Marcel Marceau) y alumnos y alumnas del CENAR, saludando al público al final de la velada.
Jardineros, explicada con palabras, es un grupo de niños y niñas buscando tierra fértil para sembrar. Excavan con sus minúsculas herramientas y tiran la semilla en tierra generosa; luego, cansados de la faena diaria se dejan consentir en los brazos de Morfeo. Al despertar, van al sitio donde han sembrado y para su sorpresa han nacido y (crecido) hermosas flores rojas, azules, amarillas, blancas (me las imagino, claro, porque no existen tales flores), las cuales, en parejas, depositan en un pequeño baúl al pie del retrato del mimo francés. Se marchan.
Pero cuidado, alguien los ha estado espiando. No es ningún violador ni ladrón que abundan en la metrópoli: es Dimas Castellón, el mimo mayor. Se acerca y ve con sorpresa lo que el baúl contiene: un hermoso ramillete de flores. Fin del la obra.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Andrea María, la mimo jardinera

Andrea María en las butacas del auditorio "Pedro Geoffroy Rivas",
del MUNA, antes de su actuación en Jardineros.
Su primera gran actuación en un escenario inmenso (para sus casi once años). La obra, Jardineros, en ocasión del primer aniversario luctuoso del mimo francés, Marcel Marceau. El auditorio parecía encogido con la ola de invitados: más de doscientas personas aproximadamente.
Será una obra corta, pero ayudada por los gestos y actos de los niños y niñas del Centro Nacional de Artes, la obra cobró dimensiones espectaculares para los padres y madres (y para los invitados, también), que ahí nos encontrábamos.
Al final de la velada, salimos paladeando el dulce sabor que deja una magnífica actuación de un mimo profesional y de los pequeños mimos, que han iniciado su actuación en grandes escenarios.

"Historias en silencio"

Dimas Castellón, actuando en Jardineros;
a la izquierda, el retrato de Marcel Marceau.

La noche de anoche, La Alianza Francesa y el actor Dimas Castellón, al cumplirse el primer aniversario de la ausencia física de Marcel Marceau decidieron montar un espectáculo denominado Historias en silencio, el cual consta de trece obras cortas, de cuya autoría, él es el responsable. En once historias actúa en solitario; sólo en "El ciego" actúa una jovencita que interpreta a varios personajes que habitan en la sociedad y en "Jardineros", que se hace acompañar de alumnos y alumnas del Centro Nacional de Artes, CENAR.
El título de las trece historias de Historias... es como sigue:
I La bicicleta
II El árbol
III La ciudad
IV La cuerda
V La canoa
VI La traición
VII El ladrón
VIII El ciego
IX El cazador de mariposas
X El laberinto
XI La carta
XII La marioneta
XIII Jardineros
Diré que este mimo arrancó carcajadas al público y aplausos, que muy bien merecido los tenía.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Disculpen la recomendación, señores y señoras


Julia no escucha los discursos. Fotografía: Marta Repupilli


Hoy que la Patria está de manteles largos, es común oír discursos vacuos, de políticos que nada tienen qué decir (como siempre), y que se ocupan en hablar linduras de la Patria, cuando esa Patria de la que dicen aman tanto, no la quieren ni la estiman.


De los brazos de Morfeo me arrebató el cañonazo número tres de los veinte y uno que rompieron el silencio, y no me quedó más que, después del aseo personal y el desayuno de rigor (ni modo, los actos cívicos los realizan frente a mi domicilio), escuchar la lindura de discursos improvisados por uno u otro funcionario, que ese momento le correspondió su turno para echar mano de la oratoria, que ni fluida ni florida. ¡...Ay, Doctores, doctores! Yo les recomendaría, si es que me permiten, en mi desquiciado juicio, sugerirles la lectura de De la invención retórica y Pro Milone, ambas de Cicerón.


Es lo poco que puedo recomendarles, pero creo que en algo puede ayudarles.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Triunvirato literario entre mis manos

No he terminado de leer La conjuración de Catilina, de Salustio, historiador romano y ya estoy leyendo Catilinarias, de Marco Tulio Cicerón. Antes tuve entre mis manos La guerra de las Galias, de Julio César.
Confieso que, exquisitas obras de Historia (y soberbios autores) me han dejado con buen sabor en la boca que pienso (y deseo) repetir.

lunes, 1 de septiembre de 2008

¿Festival del Maíz?

Fotografía: Josué Cortez


Hay festivales de música, de danza, de teatro. El Diccionario de La Real Academia Española al definir el término festival, dice: "m. Fiesta, especialmente musical." Y también: "m. Conjunto de representaciones dedicadas a un artista o a un arte." O sea que se refiere a seres humanos que sepan ejecutar instrumentos musicales y a personas que puedan actuar en alguna danza o en una obra de teatro. Para que a un evento pueda llamársele festival, es necesario que los protagonistas tengan vida propia y actuén (sea músico, actor o danzante) por voluntad propia.


Actualmente se le denomina "Festival del Maíz" (en todo caso debería llamarse "Festival del Elote") al día en que se preparan y se venden productos hechos de elote.


¿Festival del Maíz? Nunca he visto a una mata moverse por su propia voluntad y si lo hace, es porque el viento la induce a ello ni tampoco mi vista se ha deleitado viendo a una mata histriónica, ejecutando un intrumendo o bailando a son de una danza. ¿Será correcto, entonces, decir "Festival del Maíz"? Del Elote, en todo caso.