viernes, 29 de febrero de 2008

Los Magos

El P. Narciso Bordignon dijo en Epifanía que los Reyes Magos no eran ni magos negros ni magos blancos. Entonces yo me pregunto con qué sustantivo podría llamarle a Jesús, si en verdad El Hijo del Hombre era un taumaturgo. Aclaremos conceptos y definamos: Un mago negro es aquél que conociendo las Leyes de la Naturaleza la utiliza para su propio beneficio y en detrimento de la Humanidad; por el contrario, un mago blanco que también conoce las Leyes, éstas son aplicadas por el bien de la pobre y excecrable Humanidad. Uno de los casos más evidentes es la resurrección de Lázaro, porque Jesús viendo a Marta y María deprimidas y desconsoladas, decide revivirlo para bien de las hermanas y de los vecinos.

martes, 26 de febrero de 2008

Sábado 26 de febrero de 1994

Hay momentos que no se olvidan. Yo recuerdo que hoy, precisamente veintiséis, cumplo catorce años de mis esponsales. Fue hasta hoy por la tarde, en el ajetreo laboral, que en busca de un amigo para que me firmara unos estados financieros me recordé de este día. Catorce años atrás fue sábado y yo, bien acicalado, era reo eclesiático y confeso, esperando el momento de la sentencia. Luego pensé: ¿Cómo pude olvidarlo? Ingrato de mi parte.

domingo, 24 de febrero de 2008

¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!

Yo fui de los que estuvo entre el pueblo y uno de los que gritó: ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Apliqué azotes e incrusté en aquella santa cabeza una corona de espinas, hasta verle correr lágrimas de sangre sobre su unmaculado rostro. Le di de bofetadas hasta quedar exhausto y luego le hice reverencias, más bien sarcásticas y no brotadas de mi entendimiento. En seguida martillé los clavos que horadaron sus pies y manos y le herí de un costado. Allí, clavado en el madero quedó crucificado.

sábado, 23 de febrero de 2008

ETC


Elcira goza del privilegio de tener entre su equipo a cuatro personas, profesionales todas, con un título académico que las acredita como estudiosas de la ingeniería. Son jóvenes: Sara y Silvia. Marcos y Omar, también lo son.
Excepto Silvia, graduada de la universidad que tiene el sustantivo del físico alemán más universal, el resto son profesionales a los que la casa jesuita de estudios superiores les dio su bendición.
No es común que las instituciones tengan dentro de su estructura organizativa a un buen equipo de trabajo, y si este grupo sobrepasa las expectativas de calidad humana, eso ya es ganancia.
Son el equipo y el buen tino de la dirección los que hacen crecer a la institución y no a la inversa. Elcira, en gran medida ha sabido procesar de entre la nata, la crema del mejor capital humano, y con esto que FUNDES crezca y se pasee por El Salvador como lo que es, un gigante.


Para Elcira
22/02/2008

viernes, 22 de febrero de 2008

Una casa de ricos y famosos (más colores de Andrea María)


Aparece en la publicidad de los periódicos. Esta casa bien podría ser una de los de ricos y famosos de algún país rico del planeta, pero no, es de algún lugar de nuestro país. Abajo del jardín puede verse serpenteando una alberca celeste. A la izquierda, el árbol del fruto que Dios prohibió comer a Adán y a Eva y a la derecha, un cactus retorciéndose de dolor. Abajo, las flores perfumando la soledad, y la casa aunque inhabitada, tiene pintada en su cara la alegría de los niños ausentes.

jueves, 14 de febrero de 2008

Los colores de Andrea María


El sábado pasado Andrea María terminó de pintar una vasija. Pareciera que la olla descansa sobre un vigoroso césped y de fondo le sirviera casi un límpido cielo. Nubes desgarradas por el viento y apenas visibles le hacen compañía al mar sideral, que siendo ellas, caprichosas, volverán a formarse.

La deuda con mi blog

Le dije a Elcira que mi propósito era hacer una entrada diaria en mi blog, pero no he cumplido. Razones las hay. En la oficina no tengo internet, otros compañeros, sí; cuando deseo ver mi correo o ingresar a mi blog, en horas de oficina, tengo que andar de la seca a la Meca para poder hacerlo, y no me gusta tomarme esas licencias por la pérdida de tiempo que representa. Y cuando lo hago, es después de las hora laborales, en un ciber. Casi todos los pretextos son vanos.
Estoy en deuda con mi blog: menos seis, para ser exacto.

domingo, 10 de febrero de 2008

De errores garrafales hasta el irrespeto al autor



Hora del almuerzo. Andrea María ya regresó del colegio. Sobre la mesa está una carpeta.
-- Ahí te mandaron -- me dijo señalando el fólder.
-- ¿Y qué es?
-- Ah, mira pues.
Hago lo que me indica y encuentro la gaceta Cesarita, correspondiente al número 23 del año XII. Me la ha enviado Sor Mercedes para que vea publicado mi poema Dios me ve, que leí en acto público el día miércoles tres de octubre del año recién pasado en ocasión de agregarle a la 3ª Avenida Norte el nombre de la madre Cesarita Esparza.
Lo leo, pero me desconcierta el orden del segundo cuarteto, que no aparece sino hasta el final. También me percato de que todas las iniciales de los versos comienzan con letra mayúscula.
Me parece que el primer error respecto al segundo cuarteto, es adrede, y no me queda otra cosa que pensar que semejante diferencia con el original es una falta de respeto para el autor. Otra: palabras no tildadas, la unión de un terceto con un cuarteto rompen la estructura del soneto. (Aclaro: mi poema no es un soneto perfecto). Pero ahí no termina el cuento: mi apellido ya no es Orellana sino Arellano. De dónde lo sacaron no lo sé, pero una "A" por una "O" al principio y una "o" por una "a" al final cambia todo mi sonoro apellido.
Le comento a Andrea que para la publicación de dicha gaceta no tienen un buen corrector de pruebas. Antes que me pregunte le explico qué es un corrector de pruebas, y ambos estamos de acuerdo en que de haberlo tenido, esa edición sería sencilla, pero pulcra.



08/02/2008, 11:37 p.m.

sábado, 9 de febrero de 2008

Chanzas monolíticas



Fue al terminar la clausura cuando enrostré a Sara. Puse mi mejor cara de seriedad y le pregunté el por qué Sara Martínez había ofrecido palabras elogiosas del Proyecto y no yo. Iba a darme la justificación del caso, pero vi un rictus de angustia en su rostro y ya no pude soportar que por culpa mía la tarde de Sara se volviera un Calvario. Entonces preferí decirle la verdad, que todo era una chanza que le estaba gastando.
Así como llegué desaparecí y me confundí entre los invitados y los graduandos, por así decirlo. Luego repliqué lo mismo con Silvia. Sintió más pena que alegría por la dureza de mis palabras, y poniéndose la mano derecha en el pecho, me dijo:
- Perdón, don Julio.
Le comenté que no se preocupara, que todo era una broma. Entonces pude ver cómo Silvia se liberaba de un enorme peso, mayor que el que sus propias fuerzas podían sostener.
Compartí la mesa con Omar y Marcos, primeramente, quienes cuando ya me disponía a marcharme me acompañaron a la mesa de cuatro damas tan elegantes como hermosas: estaban ahí Elcira, Sara, Silvia y Merlyn. A pesar de estar solas disfrutaban de una charla amena que interrumpí cuando llegué. Pero Merlyn me sorprendió con su inesperada invitación y yo gustosamente acepté acompañarlas. Antes de quedarme fingí lloriquear con una canción de Menudo: El momento más triste ha llegado y yo no quiero decirte adiós.
Entre charla, vino y bocadillos, recordé el inicio de El brindis del bohemio que Guillermo Aguirre y Fierro escribiera en el destierro: "En torno de una mesa de cantina, una noche de invierno, regocijadamente departían seis alegres bohemios". Sólo que no era una cantina ni éramos seis, sino siete.
Dije que las palabras en la clausura tendría que haberlas dicho otra persona... y todos supieron a quién me refería. Merlyn me dijo:
- Usted es malo, muy malo (bis): lo dice con conocimiento de causa. Usted me engañó, señor; usted me engañó.
Sí, es cierto, hasta a mis alumnos y alumnas engañé con esta cara de piedra que tengo. Todo el mundo, al verme, no cree ni pueden concebir que esta seriedad monolítica no esté reñida con mi lado humorístico. No esperan de mí bromas que una persona seria diría, pero cuando me conocen saben que destilo unas chanzas deliciosas.



Para Merlyn

06/02/2008, 10:48 p.m.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Citando a Saúl Bellow

"El Universo se interpreta a sí mismo ante nuestros ojos en la amplitud del valle, que, lleno de rocas, termina en el agua muerta".


Jerusalén, ida y vuelta, página 17, Plaza & Janés, S.A., Editores, primera edición, 1977

lunes, 4 de febrero de 2008

El ritual



He vuelto a casa. Regreso de comprar yeso pastel seco y cartulina iris que le pidieron a Andrea María en el CENAR, y de paso visito la librería de la UCA. Deseaba saber si ya había salido de la imprenta la Revista Latinoamericana de Teología, correspondiente a septiembre-diciembre del año 2007. Para mi deleite intelectual la encuentro: quiero continuar la lectura sobre la Conferencia de Aparecida.
Si hay algo que admiro de los jesuitas es su reflexión sobre la realidad y la adaptación que de los textos evangélicos hacen a la vida cotidiana. Admiro mucho más su intelecto, y si alguna vez en mi juventud hubiese tomado la decisión de unirme al clero habría sido con la Compañía de Jesús.
No sé si el P. Patxi será jesuita, pero si tiene rasgos intelectuales de ser uno de ellos. Lo menciono porque en una de las tantas procesiones de Viernes de Cuaresma, en la estación donde a Jesús lo despojan de sus ropas, dice que psicológicamente es la mayor de las afrentas a las que fue sometido el Hijo del Hombre, porque a uno lo pueden torturar, pero dejarlo desnudo es estar indefenso ante la mirada pública.
La verdad es que yo nunca lo había pensado de esa manera. Me parece una exégesis muy inteligente que del texto bíblico hiciera.

Oración en el huerto

No quiero, Jesús mío, ser la oveja
perdida del aprisco. Más bien quiero
ser el labrador que siembre el semillero
que alimente y produzca mucha arveja.

¡Oh, Jesús mío, cuánto te adoro
en este valle que me tocó vivir!
Más será allá arriba. Prefiero morir
mil veces a ser la esperanza que añoro

y que claramente llega a mi huerto
de naranjas y uvas apretadas.
Soy arcilla en tus manos y no el muerto

barro adherido al piso, sin forma.
Tendré mis manos siempre levantadas,
agradeciendo vivir bajo tu Norma.


A la madre Cesarita Esparza

26/09/2007, 11:12 p.m.

domingo, 3 de febrero de 2008

"Ojalá" y el libro de Neil Postman



El dos de febrero ha sido el primer día de clases en el Centro Nacional de Artes, CENAR. También fue día de La Purificación o "La Candelaria".
Me he levantado a las siete de la mañana, a ducharme. Andrea se levantó a las siete y media; después del aseo personal la acicala la madre. Desayunamos.
Las ocho y media: justo el momento en que abordamos el microbús que nos conduciría a la casa de estudios. Llegamos a la San Mateo y cruzamos la verde pasarela que comunica al otro extremo de la serpiente de asfalto. Caminamos, y en cinco minutos llegamos al edificio que parece se va a caer.
La primera reunión al inicio del ciclo es de rigor. Mirna de Iraheta, Coordinadora de Artes Visuales, explica con detalle las reglas del juego; pero varios chicuelos con el deslizar y el manipuleo de abrir y cerrar sus cajas de herramientas no dejan escuchar. Y a que la voz de Mirna se apague también contribuye el murmullo de las personas adultas que, como si fuera el momento para la charla desenfadada se solazan en asuntos baladíes.
El año pasado la directora del CENAR estuvo presente para dar la bienvenida a los y las estudiantes y hasta hubo cantos y guitarra en la voz de César David Merino, CEDAMER. Recuerdo que cuando CEDAMER interpretó Quincho Barrilete, casi todo mundo coreó y aplaudió la canción que identifica a los países pobres; y digo casi todo el mundo, porque yo preferí escucharla y no dejarme llevar por la emoción. Este año no estuvieron presente ni la música ni la directora.
La presentación de los docentes y la lectura de los alumnos y alumnas matriculados es imprescindible. A Andrea le tocó la suerte de tener a la misma maestra del año pasado: la señorita Mercedes Bolaños.
Busco un lugar donde pueda continuar la lectura de Jerusalén, ida y vuelta, de Saúl Bellow, pero unas señoras parlanchinas no dejaron concentrame.
De regreso en casa, almuerzo, y luego, por la tarde, voy a visitar a mi padre. Hablamos acerca de su viaje a Estados Unidos, me mostró unas fotos del Gran Cañón y disfrutamos de un café acompañado con pan dulce.
En el centro compro un disco de Silvio Rodríguez, Canciones urgentes, para ser preciso, y un libro de Neil Postman, cuyo título sugestivo me atrae de golpe: La desaparición de la niñez. Cuando regreso a casa disfruto de canciones como "Sueño de una noche de verano", "Unicornio" y en especial, "Ojalá"


03/02/2008, 2:58 p.m.

viernes, 1 de febrero de 2008

Filosofando sobre el amor (y otros pecados deliciosos)

Es importante amarnos aquí y ahora, porque el más allá no sabemos si existe.

* * *

Hay que saborear el amor y la felicidad como se degusta de un buen vino en la mesa.

* * *

La Historia Sagrada dice que Eva mordisqueó el fruto prohibido (y creo que le encantó muchísimo, porque de lo contrario no hubiera invitado a disfrutar del banquete a Adán), y la Humanidad se encargó de estigmatizarla con el peso de la culpa; pero la gente se olvida (por falta de análisis, de visión o por conveniencia) que el pecado es compartido: Eva no lo obligó a gozar de tremendo ágape genital, lo hizo por convicción, y al final de la obra se sintió feliz y orgulloso cuando su primer disparo seminal pegó en el blanco.