Que alce la mano aquél que nunca ha dudado. Si hasta el mismo Jesucristo en el momento supremo de su propia agonía lo hizo. A mí las dudas me sirven para reflexionar y encontrar alguna posible verdad. En más de alguna vez (creo) logro acertar.
miércoles, 6 de febrero de 2008
Citando a Saúl Bellow
"El Universo se interpreta a sí mismo ante nuestros ojos en la amplitud del valle, que, lleno de rocas, termina en el agua muerta".
Jerusalén, ida y vuelta, página 17, Plaza & Janés, S.A., Editores, primera edición, 1977
No hay comentarios:
Publicar un comentario