lunes, 30 de junio de 2008

Los imitadores

El imitador
Fotografía: Pablo Arias

Que alce la mano el tonto por alguna estupidez escuchada. Que la agite como entonando una canción y contagie a otros con el "Himno de los que nada saben". Luego que se quede tranquilo y vea cómo un montón de imbéciles lo han emulado.

domingo, 29 de junio de 2008

Ni el fútbol ni la política

Pinocho - Renacimiento. Alba Marina Rivera


No soy adicto al fútbol, mucho menos a la política; pero sí prefiero un buen comentario futbolístico a un discurso político. A los políticos, con sólo escucharles proferir una retahíla de mentiras me da rabia. Son unos grandes embaucadores, mentirosos, falsos profetas en su propia tierra. Claro, paralelo al discurso ponen su mejor cara de seriedad, pero en sus ojos se ve que son buhoneros de su propia mentira, que sólo ellos ( y sus seguidores) mismos se creen. O sucede a veces que ni ellos mismos se creen.

Les gusta mantener ante el pueblo la imagen más digna, caritativa, amable y que son obedientes de las leyes de su país; pero eso solo es una fantasía, que la minoría del pueblo no les cree. Son los Pinocho de Carlo Collodi.

sábado, 28 de junio de 2008

El narrador

El escritor de arena. Fotografía: Hernán Corera
Alguien busca las palabras precisas para acabar el cuento iniciado hace dos horas. El cerebro no da para más: ninguna ironía, ni una palabra cruel le brota después de la extendida y extenuada jornada laboral.

Lee el cuento una y otra vez; corrige: una tachadura por aquí, otra por allá. Unas palabras que añade, otras que suprime. No está satisfecho con la obra que casi termina.

Ya los gallos cantan y él no ha pegado las pestañas. Las palabras finales no vienen. Decide de una vez romper en mil pedazos el cuento iniciado cinco horas atrás.

El bromista

Bromista. Fotografía: María Panta Falcón


Asistimos al velatorio de "El Colochón". Le dimos el pésame a la viuda, a su hijo y a la hermana del difunto. Lo vi tras la vitrina funeraria. Por primera vez lo vi muy serio; él, que siempre sacaba alegrías de la tristeza, ahora no quería reír.

Alguien dijo que si el ataúd se lo hubiera dado la alcaldía, de seguro su largo cuerpo no habría cabido dentro de su actual dormitorio.

-- Sí, le dije yo, hubiera quedado encogido.

Hoy, a la una y media de la tarde será la misa de cuerpo presente, y luego el traslado de sus restos al cementerio de los ricos (aunque él no lo era). Una vez lo mandaron de la alcaldía a la frontera México - Estados Unidos a traer un camión recolector de basura. Al regresar le dijo a su mujer:

-- Gladis, vieras cómo nos apludían cuando llegamos.

-- Habìa gente esperándolos.

-- No. Las nalgas del gran frío.

Esa es una de sus bromas y como esas abundan.



* * *



Dicen que aquí, en la alcaldía, nunca se va (se muere) alguien solo, siempre se lleva a un compañero. Y con Raúl se ha cumplido. Ayer mismo nos dimos cuenta que, Ibáñez, un ex agente del CAM (Cuerpo de Agentes Metropolitanos) fue hallado muerto a picahielo limpio en el motel San Juan, de Santa Tecla.

Cosas de la vida... y de la muerte.



viernes, 27 de junio de 2008

"El Colochon"*

Visiones de la Muerte. Fotografía: Ángel F. Santos.


Una vez más la Muerte ha demostrado su poderío sobre la raza humana. Sabe que ni Dios ni Satán, ni el Tiempo la detienen. Ayer se llevó al "El Colochón", que tanto vigor demostraba, tantas buenas chanzas para el cruel Destino. Era un buen gladiador contra la adversidad, moreno, alto, fornido, que la Muerte lo mató antes de los sesenta años.




* Remoquete aplicado a Raúl Campos, que ayer dejó de existir en las camillas de Seguro Social.

La ausencia y el tiempo

Melancolía sin fin. Fotografía: Asturtom


La distancia se torna ausencia y el tiempo su cómplice.

Cuánto te extaño amor mío, que me siento un náufrago en las inquietas aguas de la soledad; pero mi cabeza se aferra a tu imagen corporal, y me salva de morir de entre los brazos del mar por mí figurado.

Cuánto tiempo sin verte y esta agonía que me tuerce el cuello




Antiguo Cuzcatlán, noviembre 01 de 2000

sábado, 21 de junio de 2008

¿Quiénes alcanzan los sueños?

Chisme. Fotografía: Joan Guerrero


Hay quienes alcanzan sus sueños; unos a medias; otros, no. El que algunos no los alcancen o hayan llegado a media cuesta no significa que fueron pésimos estudiantes. Significa que no han tenido las oportunidades requeridas para llegar a la cúspide de sus aspiraciones, y que en las personas jurídicas donde han laborado ha primado el egoísmo, la envidia, el chisme, la mala fe y demás pecadillos indeseables. El que los alcanza, muchas veces se presta a este rosario de oficios y otro tipo de labores.

sábado, 14 de junio de 2008

El desfile de las frutas

Frutas tropicais. Fotografía: Arnaldo Silva


Es costumbre de los colegios católicos celebrar "El Día de la Familia"; el Colegio Esparza es uno de ellos. Ese día convocan al padre y a la madre de cada alumno o alumna para festejarlo con bocadillos típicos. En cada curso el maestro o maestra, junto con los alumnos y alumnas preparan un pequeño acto: oraciones de rigor, bailes de la región, poemas que algún niño o niña recita y algunos pensamientos dedicados a la familia.

En esta ocasión la maestra preparó con las niñas un desfile de frutas. Cada niña, con ayuda del padre o la madre tenía que preparar con el material de su predilección un vestido (por decirlo de algún modo) de la fruta que le correspondía representar. Era todo un paraíso de frutas tropicales: uva, zapote, manzana, fresa, naranja, mango, jícama, sandía, etc.

A Andrea le preparamos un hermosa tajada de sandía con fomi color verde para la cáscara y rojo para la sabrosa pulpa y además, para que la fruta resultara más creativa, en lugar de que las semillas fueran de fomi, con ayuda de silicona le pegamos botones negros. La maestra llamaba a cada una por su nombre de fruta: Miss Manzana, Miss Uva, Miss Fresa,... Miss Sandía. La sorpresa era que el mejor traje, la que desfilara con gracia y la que mejor se expresara ante el público (nosotros) ganaría la diadema de la "Reina de la Frutas". Dos desfiles fueron suficientes para que el público aplaudiera con mayor fuerza a Miss Sandía. Miss Sandía iba vestida con un pantalón verde y una blusa roja que le ayudaba a entonar el color de la fruta por ella representada. Andrea se sentía (y se notaba en su rostro) muy feliz por el triunfo obtenido.

Al final y para terminar el festejo, hubo un tamal (comida típica) y una soda (bebida que desentonó con el bocadillo) que disfrutamos tanto los padres como las madres de familia.

sábado, 7 de junio de 2008

Club social

Ángel caído en el retiro. Fotografía: Alvy


El club social se reúne cada siete días. El o la líder de grupo toma la Biblia, escoge una lectura al azar, la lee y luego formula al pregunta de cajón: ¿Qué le dice en esta lectura el Señor, hermano? Hacen esta pregunta como si en realidad Dios estuviera tras el fráter, diciéndole lo que tiene que comentar sobre la lectura en cuestión.
Y empieza uno por uno, ya sea por su propia voluntad o porque el o la líder le empujó hacia el camino de la oratoria. Unos trastabillan con su lenguaje y vocabulario apenas conocido; otros han sido ungidos con el don de la palabra y a raudales exprimen el texto bíblico. Esos son los buenos, y pronto se perfilan como candidatos para ocupar la silla patricia que dejará el o la líder cuando vuele hacia otros derroteros.
Algunos o algunas lloran, porque agobiados con sus problemas económicos, sociales o maritales llegan a pensar, a creer y a sentir que el texto de esa noche iba dedicado a él o a ella. Les dan consuelo y algunas veces ayuda financiera y vitualla incluidas.
En conjunto pronuncian una oración final y dicen la muletilla que sirve de colofón: "Nos hemos reunido en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén"

viernes, 6 de junio de 2008

jueves, 5 de junio de 2008

Grupos de Dios

Iglesia de Santibáñez. Fotografía: R. Durán


He visto grupos reunirse en torno a Dios, a hablar sobre Él, sus maravillas y milagros. Se congregan con eterna devoción y hablan acerca de sus fábulas; no faltan a las misas, respetan los días de guardar y asisten a cuanta procesión señale el santoral. Se inscriben como servidores en los retiros espirituales y apoyan a los oradores en sus charlas. Hablan maravillas a los miembros de su comunidad y los congregantes les creen, porque son el ejemplo a seguir que la parroquia les ha asignado... y en teoría así debe ser, pero el ejercicio dicta reglas diferentes. Es como cuando de pequeños, en la escuela, admirábamos a nuestro mentor por ser la voz de un dios infalible. Pero algo sucede en esos grupos. La Iglesia exige tiempo para el arduo trabajo del rescate de ovejas descarriadas, y entonces el hogar queda vacío, a merced de la televisión, el Internet, el cable, a la obesidad de la malacrianza de los hijos.

Me pregunto: ¿De qué sirve desangrarse las rodillas por Dios y dedicarle el poco tiempo holgado de que se dispone, si el hogar es un caos y los hijos malcriados?

Pienso que otra manera de servirle a Dios consiste en dedicarles tiempo de calidad a nuestros hijos y apoyarlos en todo. Si no es así, yo seré el culpable de que mañana mi prole sea un ladrón, una prostituta, un gay, un narcotraficante, etc. ¿Será que Dios quiere esto de mí?