domingo, 28 de febrero de 2010

La estupidez múltiple de J. Lian

Hoy función.
Alberto Paiz, en El enfermo imaginario, de Moliere.
Fotografía: Monikli

J. Lian padecía de estupidez múltiple y estrechez cerebral congénita. Sus parientes acudieron donde el facultativo llevándolo consigo. Después de un examen de rutina y de varios hechos en el laboratorio, éste les dijo la cruel verdad:
-- No hay vacuna contra este mal, que pueda remediar o revertir la situación de Lian...
-- Perdón, doctor Sigmund -- le interrumpió la madre de Lian --, quiere decirnos, que no tiene cura.
-- ...Exactamente. Lo mejor es que, en su habitación, el sacerdote le aplique la extremaunción.
-- Gracias, doctor Sigmund -- dijeron al unísono los parientes.
Los parientes de J. Lian, después de un apretón de manos al doctor Sigmund dieron la vuelta en dirección del umbral de salida.
-- Oh, sí, esperen. Hay una solución.
En el rostro de los parientes de J. Lian se dibujó una gran sonrisa, y preguntaron:
-- ¿Cuál?
-- Que vuelva a nacer.


El hábito del mediocre

Cierto, que el hábito hace al monje; pero al mediocre, el hábito lo vuelve más tonto.

viernes, 26 de febrero de 2010

Charla microscópica

Lunes Santo de Vía Crucis por la vida.
Fotografía: Óscar Puigdevall

En cierta ocasión le dije a Jorge Orantes, que a mí, en lo particular me hubiera gustado vivir en el tiempo de Jesús, para escuchar sus enseñanzas. Pero él me dijo, que de nada me habría servido, porque al igual que toda la muchedumbre, yo sería un incrédulo más y hasta quizás mi grito haría coro con el de la chusma: ¡Crucifícalo!
Quizás así hubiera sido, pero por lo menos lo habría escuchado.

Segundo Viernes de Cuaresma

Vía Crucis a la Virgen de la Peña.
Fotografía: Óscar Puigdevall

Segundo Viernes de Cuaresma y las ganas quizás se fueron a París, Italia o España. Quisiera vivir (en teoría, no en el ejercicio) las estaciones del Vía Crucis, pero me siento pusilánime (al igual que el primer Viernes de Cuaresma) para seguir los pasos de Jesús.
Andrea, igual. Le he preguntado antes de salir que si quería asistir al Via Crucis y me ha respondido negativamente.
A la fuerza nada es bueno... ni la comida.

Jen

Jennifer Aniston.
Fotografía: Andrés Fevrier

En mi entrada anterior, quizá no sea la mejor foto de Jennifer, pero a mí me encanta, me fascina. Toda ella es una escultural mujer, hermosa hasta los poros. En esta fotografía, mucho mejor. Se puede apreciar el rostro en todo su esplendor y la insinuación grácil de sus pectorales; su suelta cabellera que cae sobre sus hombros y se desliza hasta antes de que la punta ose tocar sus pechos, me parece una gracia más de Jen. ¡Hermosa, divinamente hermosa! Y quien tome por falso lo que aquí digo, es un loco de remate. Sí, claro, yo estoy loco, pero por una beldad que está por encima de los requisitos de una diosa terrenal.

lunes, 22 de febrero de 2010

La dinámica de grupo y el sueño imposible

Jennifer Aniston.
Fotografía: Thomas Becker

El miércoles dieciocho, en una dinámica de grupo junto a mis compañeros de oficina, la facilitadora hizo que nos sentáramos en círculo y dándonos un lazo atado por sus dos puntas ofreció la respectiva explicación. Era que el lazo se haría girar y a quien le quedara el nudo en las manos, a ése le haría una pregunta y luego (una vez dada la respuesta) éste, cerrando los ojos, comenzaría a girar la soga y de repente, diría ¡ya!, que indicaba que nadie tenía derecho a continuar halándola. En una de tantas, yo fui el sorteado. La facilitadora me lanzó la interrogante. Si tuviera una novia famosa, ¿quién le gustaría que fuera? ¿Y por qué? Y yo, poniendo cara de enojado, le respondí muy serio: A usted le gusta incomodar a la gente, sólo cuestionamientos difíciles hace. Y luego, dejando la seriedad en el clóset, dije: Jennifer Aniston. No esperaba que todas las mujeres dieran un suspiro, entre incredulidad y admiración. O como quien dice: ¿Y éste quién es, que aspira a tanto? Bueno, pensé sin decirlo, porque no pasó a más: ¿Y qué tiene que como hombre no puedo soñar? Y luego la justificación: Porque es una mujer hermosa.
En el momento supremo de la respuesta olvidé a Susan Sarandon, Amber Tamblyn, Anne Hathaway, Catherine Zeta Jones, Sandra Bullock,... Y así podría seguir escribiendo más nombres hasta formar mi lista de espera (para mí, que será eterna), pero paro aquí, porque creo que es suficiente.
Le conté a Andrea María, que conoce sobre mis delirios imposibles y me dijo: ¡Qué vergüenza, papá!
Yo sé que son sus celos naturales. Todas las mujeres que le digo son de mi agrado, dice que son feas, feísimas. Sé de sus celos, de sus celos blancos, pero lo dijo naturalmente, sin que mi mente elucubre y mis labios destilen maldades.

domingo, 21 de febrero de 2010

Jesucristo Liberador

La primera vez que asistí a la parroquia "Jesucristo Liberador", de la UCA, fue el sábado trece del mes en curso. Correspondió para ese día, el Evangelio de Las Bienaventuranzas. En mi cruzada personal siempre ando buscando un lugar en el que, tanto la capilla, parroquia, catedral o cualquier jerarquía que tenga la Casa de Dios, me ofrezca un ambiente en contra del ruido de los coches y una exégis del texto bíblico que esté en consonancia a mis intereses intelectuales. ¡Por fin, y para mi propia bienaventuranza, creo, lo encontré! La parroquia "Jesucristo Liberador", es un oasis al centro de esta urbe.

viernes, 19 de febrero de 2010

Correo inesperado

Happy Canadá day.
Fotografía: Ian Muttoo

Hoy por la mañana, en la oficina, fue de gran alegría para mí. Encendio la computadora y escribo mi clave. Mientras carga, tomo la taza que tengo en el escritorio, la enguajo y le vierto el polvo de un sobrecito de café (la austeridad, como decimos en buen salvadoreño, está perra). Luego me aproximo a la cafetera y presiono la palanquita hacia abajo para que dé paso al agua caliente. Aplicada la respectiva dosis de azúcar, regreso al escritorio para saber si la "Lentium 4" ya terminó de cargar, pero no: aún le doy unos minutos. Abro Internet y en "yahoo" escribo mi dominio y clave, para luego "pinchar" en mi buzón.
Sorpresa inmensa la mía. Bajo la columna "Asunto" y en la fila respectiva dice "Saludos de Canadá". Es Roxanne, una amiga, a la que, desde principios del año nuevo le escribí sin obtener respuesta alguna. Se disculpa conmigo, y yo, desde el fondo de mi corazón, las acepto porque intuyo que no ha habido mala voluntad al no hacerlo. Me da algunas razones, que explican la tardanza de su respuesta, pero esos motivos al fin y al cabo no importan, ya que me siento feliz por ese e-mail que me llegó desde muy lejos. Gracias por tu correo Roxanne, Roxi o Rosi, como te llamábamos aquí, aunque yo, para mi gusto personal, me quedo con el último.

jueves, 18 de febrero de 2010

Despedida

Ojo quinta do regaleira.
Fotografía: Frank Clemente

Veo correr en tus ojos un río de sangre. Triturado por el dolor, el corazón no cesa de endechar la nota sombría e (in)esperada de la Muerte: tu llanto lloró el óbito de tu joven hermano.
Tus lámparas visuales clavadas en la fosa, hundiéronse en la lluvia. Deseaste irte con él, pero una mano bondadosa te detuvo. Sentías que la vida terminaba con las paladas de tierra sobre el féretro.
Momentos de angustia. Instantes de lucidez. ¿Por qué el Destino acierta en sus desatinos?, te preguntaste. ¿Será que el Destino se ha escapado de las manos de Dios y caprichosamente aplica su justicia con el que nada debe? ¿Son el Destino y la Muerte hermanos gemelos del Cosmos? No. Son el himeneo perfecto del Universo utilizado por el Creador, para atormentar en la Tierra a los espíritus humanos cuya vida útil llegó a la cuenta regresiva, cavilaste. Dios sabe lo que hace, musitaste, confortándote.
Una rosa blanca lanzada a la sepultura fue tu ofrenda; una oración, tu última despedida.


30/08/1997, 10:39 p.m.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Miércoles de Ceniza*

Miercoles de Ceniza.
Fotografía: Jorge Castillo


Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma: tiempo de penitencia, abstención y ayuno.
Tiempo de reflexión, de contrición, de confesión.
Tiempo de seguir los pasos del Maestro Jesús, caminando aprisa y sin echar la vista atrás.
¡Otra vez el canto monótono de la cigarra! Me saca del ensimismamiento para pensar que "de polvo soy y al polvo volveré": ceniza se hará mi cuerpo. Pero de algo estoy seguro: indefectiblemente retornaré a este mundo, no con el mismo espíritu, pero sí son la misma alma. ¿Y a qué regresaré? A seguir perfeccionándome -- porque la misión del hombre es esa: la perfección -- o a continuar hundiéndome en la marisma de mi propio mundo pecaminoso.


Antiguo Cuzcatlán, 03 de marzo de 1992


* Publicado en El Diario de Hoy, el día viernes 06 de marzo de 1992

lunes, 15 de febrero de 2010

Entre enredaderas y espinas

Espinas.
Fotografía: Ángel Torres

Para Gilberto Mendoza


Entre enredaderas y espinas
abres la tierra,
exprimiéndole el jugo al sol.
Bebes agua,
comes tierra,
bebes sol.

Corres con el sol en la espalda,
porque la vida es dura... y frágil
como la pompa de jabón,
y el dios-dinero
se pone cada día más escaso
y necesitan comer
el almácigo y tú.

San Juan Nonualco, junio 17 de 1994, 1:30 p.m.

Barnet Edenilson

Para Barnet Alexander
y Edenilson Edgardo García.


I

Chiquillo menudo
parecido a José María;
chiquillo nacido ayer
parecido a Barnet
y a Nancy.

II
Con el grito del gallo
despertó uno...
y el otro también.
Como la mañana mañanera
los dos son gotas
de la misma tormenta.

San Juan Nonualco, junio 17 de 1994, 1:36 p.m.

Las gracias de Andrea María

Uno de padre, no quiere que los momentos más importantes en la vida de los hijos o hijas pase desapercibido. Yo, cuando mi hija comenzaba a balbucear algunas palabras, raudo las anoté en una libreta. Estos son algunos de sus balbuceos:
Martes 26 de mayo de 1998: Tata (lo que aquí, en El Salvador, equivale a decir papá)
Martes 16 de junio de 1998: Tete (Tere, la madre)
Jueves 25 de junio de 1998: Titita (chichita, 9:57 p. m.)
Jueves 30 de julio de 1998: Con la mano dice "adiós".
Sábado 08 de agosto de 1998: Tira besitos.
Miércoles 19 de agosto de 1998: Hace viejitos (muecas)
Sábado 22 de agosto de 1998: La madre le canta "Una tortillita para mamita..." y ella hace los gestos con las manos.
Domingo 30 de agosto de 1998: Holla (hola)
Lunes 02 de noviembre de 1998: Agarró el teléfono celular de juguete y dijo: Holla (hola)
Jueves 05 de noviembre de 1998: Ayó (adiós)
Viernes 13 de noviembre de 1998: Tres (a la una, a las dos y a las tres)
Estas son algunas de las gracias que mi hija hizo cuando comenzaba a andar por el mundo (ahora ya tiene doce años, y esto, dicho en voz baja) y yo estoy más que feliz.

jueves, 11 de febrero de 2010

Otro dibujo de Valencia Ruedas


Este es otro dibujo del arquitecto Héctor Valencia Ruedas. Admiro la capacidad que tiene para elaborar dibujos. No necesita tener a un o a una modelo enfrente para que, a punta de grafito dibujar con rapidez, lo que a él se le antoja: mujeres desnudas, rostros, vasijas, etc.
Esta es una figura humana en movimiento, que se desplaza hacia atrás. Realmente tiene un dominio del lápiz a la perfección, que (aquí entre nos, yo envidio) a mí se me antojaría tenerlo y explotarlo.

jueves, 4 de febrero de 2010

Dos años que dejaron de correr

Flores para Raquel.
Fotografía: Alí Glez

Para Elisa Huezo Paredes, in memoriam
(Santa Tecla 1913 - San Salvador 1995)

Y quién pudiera creerlo, Elisa,
esta noche, sin prisa, ha partido.
Se nos fue a un mundo desconocido,
donde algún día llegaremos con prisa.

Y en cuerpo presente, una misa
nos oficien. ¿Es y fue mi descuido
el veneno que me ha remordido?
Sí, porque no fui al funeral de Elisa.

Ahora goza de la paz del Señor
y nada ni nadie la hará volver.
Sólo me dejó sembrado su amor,

su cariño y su amistad en mi ser
baladí. Su mano con un gran calor
me dio en dos años que dejaron de correr.


Antiguo Cuzcatlán, diciembre 31 de 1995, 11:30 p.m.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Itinerario matutino

Al volante.
Fotografía: José Zapata

5:30 a.m.
Hora de mandar, con una patada en el trasero y directo al Infierno, al bendito y querido Morfeo. Me levanto, y sin pensarlo, voy camino a la ducha. De una sola vez, el regaderazo de rigor para espantar a duendes que todavía tengo en la cabeza y en los ojos.
5:45 a.m. Termino en cuestión de diez o quince minutos, porque enseguida, es el turno de Andrea María. Estando en la alcoba, procedo a arreglar almohadas, a doblar sábanas y a dejar el cubrecamas como si de planchar se tratara. Me visto, salgo a la calle a comprar el periódico y regreso al hogar.
6:00 a.m. Desayuno. Andrea María se toma una chocolatina (mezcla de leche con chocolate procesados) marca Salud. Esto lo hace aún en ropas menores y con un poncho que cubre su espigado cuerpo.
6:15 a.m. María Teresa acicala a Andrea María.
6:35 a.m. Nos disponemos a cruzar la Calle Cuzcatlán Poniente con tal de llegar al parque (antes llamado Plaza de Las Ciencias*, porque estaban los bustos de Albert Einstein, Nicolás Copérnico, Giordano Bruno, etc.) que se sitúa en el centro de la ciudad... Sobre el andén del parque nos incorporamos a la 3° Avenida Sur hasta llegar a la 3° Avenida Norte "Cesarita Esparza", justo donde está el Colegio de igual patronímico.
6:40 a.m. Estamos María Teresa y yo, nuevamente en la esquina de parque donde hicimos el primer cruce, delante de la araucaria. Nos tomamos de la mano, dispuestos a cruzar la Calle Cuzcatlán Poniente. Doy el paso hacia adelante, porque observo que, de Poniente a Oriente un coche viene lo suficientemente lejos como para llegar a salvo al siguiente andén. María Teresa, de repente, me obliga a detenerme, porque el coche de una señora con una colegiala a bordo viene hacia nosotros a toda velocidad, quizá porque ya va a destiempo. Se detiene frente a nosotros y la adolescente se lleva una mano y agitándola en el flanco derecho de su cabeza, con su gesto y palabras no da a entender que somos unos estúpidos. Y yo, con toda la cólera que me sale del cuerpo me llevo ambas manos hacia ambos flancos, repitiendo el gesto que la joven hiciera y le digo: "¡Pasmada!", porque es lo que se merece (o merecen) por insultarnos sin tener la razón ni la ley (conducen en contrasentido) de su parte.

martes, 2 de febrero de 2010

Un dibujo de Héctor Valencia

Este soy yo. Es un dibujo con la técnica de lápiz de color, que el arquitecto Héctor Valencia Ruedas elaboró de mí en una clase de Historia de la Cultura y el Arte.
Yo le dije: "Dibújame, pues, Héctor". Tomó el lápiz, una hoja de papel y comenzó su obra. Todo aquél que me conoce tendrá la palabra en su boca para opinar si este dibujo tiene mucho de mí o yo tengo mucho de él.
Andrea María ha hecho una fiesta, riéndose de mí al ver este dibujo que, desde hace cinco años he conservado entre los folios que guardan un valor sentimental. Y la madre la ha secundado en su algarabía, diciéndome: "Viejo loco".

lunes, 1 de febrero de 2010

Amar y servir*

El callejón del amor, Morelia chula.
Fotografía: Rodrigo Gallegos

Amar es la vía directa de servir. Sirves a tu cónyuge porque le amas, de lo contrario no existiría amor. Amar sin servir y servir sin amar resultaría una tarea cansina, aburrida y rutinaria si no se coligan ambos elementos.
Sería insania si amaras sin pretender servir o servir sin tener la buena voluntad de amar, y justa razón tendría éste, ése o aquél individuo en llamarte miasmas del tenebroso abismo, si no cumplieras con estos mandatos.
¡Qué hermoso es amar! ¡Qué bello es servir!
¡Que el amor sea tu pedestal y el servir sea tu cruz! Con el pedestal en tu espíritu debes llevar la cruz a cuestas para tu propia crucifixión, sin importar que tus pies luzcan ensangrentados por los guijarros del sendero o a tu cabeza le puncen mil espinas venenosas o a tu corazón le hieran profundamente trece puñaladas homicidas. ¡Amar y servir es tu deber!

* Publicado en El Diario de Hoy, el lunes 22 de octubre de 1990

Este pequeño país*

Este pequeño país, de casitas amontonadas, de aleros ventilados, de posadas sencillas pero alegres, es el que yo quiero.
Este terruño bendito, de ríos serpenteando la campiña, de volcanes a flor de pecho, de lagos copiando retazos de cielo, es el que yo amo.
¡Qué más quiero si en ti se hincha la mazorca, gotea la miel el rojo oro, florece el bálsamo y se abre la flor de coyol!
En él nací: aquí quiero seguir viviendo y aquí quiero morir.

* Publicado en Filosofía, Arte y Letras,
de El Diario de Hoy, el sábado 5 de octubre de 1991

Regalo de la antevíspera de Navidad*

Después de la muerte.
Fotografía: Nicolás Garay.

En la antevíspera de Navidad una dolencia anónima atentó contra la salud de mi madre. La arrojó con gran ímpetu sobre su lecho de reposo, hasta extraerle la vitalidad necesaria del aparato locomotor.
Su deseo por visitar clínicas y hospitales había puesto cerrojos a una respuesta positiva, sin duda, porque la premonición más latente era que la Muerte sería su próxima vecina. Pero su negativa no encontró asidero en nosotros (mi tía, mi hermana y yo) que, deseábamos a toda costa, su salvación.
Gracias al buen samaritano (vecino de mi madre), el traslado hasta donde un doctor privado no nos costó ni un maravedí. Y gracias también, a la PNC (Policía Nacional Civil) de Santa Tecla, la locomoción hasta el Hospital Rosales fue gratuita.
Según algunas pruebas de laboratorio, el resultado era desalentador, y lo que más comentábamos mi tía (Antonia) y yo (aparte del larguísimo tiempo que nos costaría retirar el cuerpo, el lugar de la velación, dónde la sepultaríamos, etc.), era el ajuste de cuentas por parte del Creador.
Después de dos transfusiones sanguíneas de quinientos gramos cada una, el cuerpo de mi madre respondió de muy buena voluntad, recuperando poco a poco sus deseos de vivir.
El veintitrés de diciembre fue agónico para mi familia y yo; pero también fue de júbilo, porque en la antevíspera de Navidad, el Niño nonato nos regaló la continuidad vital de alguien que por poco nos abandona.

Antiguo Cuzcatlán, enero 05 de 2000, 8:55 p. m.

* Este artículo fue publicado en el Foro de Lectores de Prensa Gráfica, en una fecha que mi memoria perdió junto con la página de periódico.