viernes, 19 de febrero de 2010

Correo inesperado

Happy Canadá day.
Fotografía: Ian Muttoo

Hoy por la mañana, en la oficina, fue de gran alegría para mí. Encendio la computadora y escribo mi clave. Mientras carga, tomo la taza que tengo en el escritorio, la enguajo y le vierto el polvo de un sobrecito de café (la austeridad, como decimos en buen salvadoreño, está perra). Luego me aproximo a la cafetera y presiono la palanquita hacia abajo para que dé paso al agua caliente. Aplicada la respectiva dosis de azúcar, regreso al escritorio para saber si la "Lentium 4" ya terminó de cargar, pero no: aún le doy unos minutos. Abro Internet y en "yahoo" escribo mi dominio y clave, para luego "pinchar" en mi buzón.
Sorpresa inmensa la mía. Bajo la columna "Asunto" y en la fila respectiva dice "Saludos de Canadá". Es Roxanne, una amiga, a la que, desde principios del año nuevo le escribí sin obtener respuesta alguna. Se disculpa conmigo, y yo, desde el fondo de mi corazón, las acepto porque intuyo que no ha habido mala voluntad al no hacerlo. Me da algunas razones, que explican la tardanza de su respuesta, pero esos motivos al fin y al cabo no importan, ya que me siento feliz por ese e-mail que me llegó desde muy lejos. Gracias por tu correo Roxanne, Roxi o Rosi, como te llamábamos aquí, aunque yo, para mi gusto personal, me quedo con el último.

1 comentario:

Unknown dijo...

Felicidades por ser felíz y alegrarte con ese correo inesperado;bajo bambalinas me contás más,del porque de esa inmensa felicidad.