miércoles, 3 de febrero de 2010

Itinerario matutino

Al volante.
Fotografía: José Zapata

5:30 a.m.
Hora de mandar, con una patada en el trasero y directo al Infierno, al bendito y querido Morfeo. Me levanto, y sin pensarlo, voy camino a la ducha. De una sola vez, el regaderazo de rigor para espantar a duendes que todavía tengo en la cabeza y en los ojos.
5:45 a.m. Termino en cuestión de diez o quince minutos, porque enseguida, es el turno de Andrea María. Estando en la alcoba, procedo a arreglar almohadas, a doblar sábanas y a dejar el cubrecamas como si de planchar se tratara. Me visto, salgo a la calle a comprar el periódico y regreso al hogar.
6:00 a.m. Desayuno. Andrea María se toma una chocolatina (mezcla de leche con chocolate procesados) marca Salud. Esto lo hace aún en ropas menores y con un poncho que cubre su espigado cuerpo.
6:15 a.m. María Teresa acicala a Andrea María.
6:35 a.m. Nos disponemos a cruzar la Calle Cuzcatlán Poniente con tal de llegar al parque (antes llamado Plaza de Las Ciencias*, porque estaban los bustos de Albert Einstein, Nicolás Copérnico, Giordano Bruno, etc.) que se sitúa en el centro de la ciudad... Sobre el andén del parque nos incorporamos a la 3° Avenida Sur hasta llegar a la 3° Avenida Norte "Cesarita Esparza", justo donde está el Colegio de igual patronímico.
6:40 a.m. Estamos María Teresa y yo, nuevamente en la esquina de parque donde hicimos el primer cruce, delante de la araucaria. Nos tomamos de la mano, dispuestos a cruzar la Calle Cuzcatlán Poniente. Doy el paso hacia adelante, porque observo que, de Poniente a Oriente un coche viene lo suficientemente lejos como para llegar a salvo al siguiente andén. María Teresa, de repente, me obliga a detenerme, porque el coche de una señora con una colegiala a bordo viene hacia nosotros a toda velocidad, quizá porque ya va a destiempo. Se detiene frente a nosotros y la adolescente se lleva una mano y agitándola en el flanco derecho de su cabeza, con su gesto y palabras no da a entender que somos unos estúpidos. Y yo, con toda la cólera que me sale del cuerpo me llevo ambas manos hacia ambos flancos, repitiendo el gesto que la joven hiciera y le digo: "¡Pasmada!", porque es lo que se merece (o merecen) por insultarnos sin tener la razón ni la ley (conducen en contrasentido) de su parte.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ya no hay respeto mi amigo,cuentas que la adolescente colegiala dentro del coche fue la que con sus gestos los ofendió, como tendra la educación? y la madre a de haber avalado dicha conducta...Como te he comentado en nuestras largas platicas,la buena Educación, no tiene nada que ver con el colegio que tiene la cuota más alta.más bien para mi entender es una unión de factores como;el pensamientos de los padres, la forma de instruir los valores a los hijos,el interes de los profesores para que los alumnos sean pensantes,el inculcar a los hijos el deseo de aprehender cada día una cosa nueva y buena..y así podría seguir mencionando más..Pero allí dejemoslo. cuidate al caminar..saludos..