sábado, 8 de marzo de 2008

Manos en oración


No son las Manos en oración, de Alberto Durero: son las manos de Rodrigo Sandoval. Tal parece que una preocupación lo agobia. No creo que su certificado le preocupe; que no aparezca es algo que no le quita el sueño, porque su asistencia al seminario-taller fue de un 93%. Seguro estoy que su cara de cansancio se la debe al ajetreo laboral. El tercero ni se mosquea, porque sabe que la capacitación fue para él un entretenimiento más en la holgura de su trabajo, y aún no le basta que hasta desentona con el color de su traje. (Así entre nos: Parece que se ha hartado a un mico y tanto le gustó la cola que se la dejó abajo de la nariz.) Y yo, parezco pensativo, a saber por qué.

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