domingo, 23 de marzo de 2008

¡Qué delicia!

¡Qué fácil han pasado los Días Santos! Tanta espera de cuarenta días para que se deslizaran en el tobogán de la Semana Mayor. Cómo extraño los tamales pisques y el pescado envuelto en huevo que preparaba la abuela. Los platillos en miel: jocotes, mangos, marañones y torrejas. Ahora la abuela ya no está, porque espera la resurrección de los muertos. Extraño también la subida en vivo y en directo a los árboles para cortar los frutos apetitosos del trópico.
Tiempos que no volverán. Era entonces un adolescente que quería volar en avión teniéndo sólo un par de gastados zapatos.
Dulce tentación. Fotografía Memnoch






No hay comentarios: