
Tiempos que no volverán. Era entonces un adolescente que quería volar en avión teniéndo sólo un par de gastados zapatos.
Dulce tentación. Fotografía Memnoch
Que alce la mano aquél que nunca ha dudado. Si hasta el mismo Jesucristo en el momento supremo de su propia agonía lo hizo. A mí las dudas me sirven para reflexionar y encontrar alguna posible verdad. En más de alguna vez (creo) logro acertar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario