Que alce la mano aquél que nunca ha dudado. Si hasta el mismo Jesucristo en el momento supremo de su propia agonía lo hizo. A mí las dudas me sirven para reflexionar y encontrar alguna posible verdad. En más de alguna vez (creo) logro acertar.
miércoles, 9 de abril de 2008
Venas comunicantes
Las venas de nuestra ciudad. Fotografía: Álex
La mentira es hija de la hipocresía y de la mediocridad. ¿Y la madrastra quién sería?
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