
Fotografía: Rodrigo Vera
Somos copia fiel de la lengua, del pensamiento y de los actos. Si alguien habla demasiado de algún tema que desconoce, es porque la charlatanería se escuda detrás de las palabras huecas que pronuncia. Y eso se puede saber por dos vías. Una, porque el que lo escucha conoce sobre el tema que está hablando el charlatán, y sabe que la labia tiene mucho que ver en su lengua. Y la otra, porque el que lo escucha, analiza psicológicamente la actuación de "El Rey de la Labia" y acierta en deducir que es un farsante.
La palabra, el pensamiento y los actos delatan a cualquier personaje que quiera pasarse de listo. Hay excepciones, claro, en que los charlatanes, logran engañarnos. Piensan, dicen y actúan de tal manera que engañan a nuestros sentidos. Ellos saben que son falsos, y precisamente por eso han desarrollado estrategias de cómo vulnerar (y burlar) nuestras capacidades, esas de estar atentos ante cualquier loco que se engaña a sí mismo.
1 comentario:
Gracias por tu enlace, te he dedicado un post en mi blog.
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