Que alce la mano aquél que nunca ha dudado. Si hasta el mismo Jesucristo en el momento supremo de su propia agonía lo hizo. A mí las dudas me sirven para reflexionar y encontrar alguna posible verdad. En más de alguna vez (creo) logro acertar.
martes, 20 de enero de 2009
Los muros
Espero un signo tuyo, una cascada de caricias que subleven al dormido pájaro, habitante sempiterno de mi cuerpo para que traspase y ligue los muros de tu piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario