lunes, 1 de diciembre de 2008

La fonda de don Damián

El Diablo Bar. Fotografía: Vexed Llama

Para Fedor,
para Eliseo.


PERSONAJES
JESÚS
PONCIO PILATOS
SOLDADO 1
SOLDADO 2
CAIFÁS
ANÁS
JUGLAR
FÉLIX
FERNANDO
DON DAMIÁN
DON SATÁN
MELCHOR
GASPAR
BALTASAR
MARÍA
JOSÉ
ÁNGEL TOMÁS
ÁNGEL CARMENCITA
ÁNGEL DOMINGO
ÁNGEL ÁMILI
ÁNGEL MARCO ALFREDO
ÁNGEL MARÍA
ÁNGEL SANTIAGO
ÁNGEL JUAN
ÁNGEL JUDAS
ÁNGEL JUANITA
ÁNGEL ESPERANZA
ÁNGEL ADONAI
ÁNGEL GABRIELA
ÁNGEL ANDREA


PRIMER ACTO
PRIMERA ESCENA
Entran en la fonda dos jóvenes universitarios. Hablan de lo bien y de lo mal que les ha ido en los últimos exámenes. A la izquierda el mostrador y tras él, el mesero. El mesero es un hombre obeso, con camisa arrremangada y mandil. Se entretiene por diversión limpiando platos, vasos y cubiertos. Silva una canción de moda: es un hombre que la seriedad la aplica al dedillo en su trabajo. Enfrente un gran rótulo que dice: FONDA DE DON DAMIÁN.
FÉLIX. ¿Y cómo te fue en el examen de contabilidad?
FERNANDO. Pues creo que bien. Sólo me quedó una pequeña duda, que por el momento no recuerdo cuál es.
FÉLIX. A mí no tanto, porque la bendita conciliación bancaria no me cuadró.
FERNANDO. Perono te preocupes. Recuerda que el catedrático siempre toma en cuenta el procedimiento.
FÉLIX. Tienes razón. No debo preocuparme antes del tiempo; por lo que si debo preocuparme es por estudiar un poco más, porque para este examen me atuve... no sé ni por qué.
FERNANDO. Mira a propósito, cómo pasa de veloz el tiempo, pues ya es veintitrés de diciembre.
FÉLIX. Ah, sí, la antevíspera de Navidad. ¡Me encanta la Navidad!
FERNANDO. Cierto, pero a mí la época que más me gusta es la Semana Santa, porque me hace vivir interiormente la Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Fernando se queda pensativo. Reflexiona, y luego habla sobre las vicisitudes que tuvo Jesús en la Tierra.
FERNANDO. Sí, Félix, pobre Niño, no sabía con qué mundo tan malvado se iba a encontrar ya adulto. Similar a lo que pasa en la actualidad: la criatura no sabe que el mundo es peligroso.
FÉLIX. Sí, que a su paso encontrará muerte, drogadicción, ladronismo, enfermedades incurables,...
Los interrumpe don Damián, el mesero, que en ese momento trae un bolígrafo y una libreta en que anotará la orden.
DON DAMIÁN. ¿Qué van a cenar los caballeros?
FERNANDO. ¿Cuál es la especialidad de la casa?
DON DAMIÁN. Pues la especialdad de la casa es carne a la parrilla, casamiento, chimol, chorizo y dos tortillas bien tostaditas en las vivas brasas, como en el Infierno.
FÉLIX. Tiene mucha razón, este calor es insoportable. No tendrá aunque sea un ventilador para contrarrestar este frío inclemente. (Lo dice con sorna)
DON DAMIÁN. Sí, ya les traigo un ventilador, que fue propiedad de mi tatarabuelo Bel. (Ya se ha marchado para traer la orden, pero se vuelve hacia los comensales, como dándose cuenta del error.) Corrección: Abel.
Se va, pero la voz de Félix lo detiene.
FÉLIX. Antes de que se marche. ¿Cuál es el sabor de bebidas que tiene?
DON DAMIAN. Tengo refrescos de tamarindo, de horchata, de cebada, y para levantar el espíritu, nada menos que el coche-bomba, mezcla de alcohol 90, vino tinto, whisky, pasas y unas rajitas de canela. Es la receta que me legó mi tatarabuelo.
FÉLIX. Me quedo con la horchata.
FERNANDO. Yo con el tamarindo.
DON DAMIÁN. ¿Con piquete o sin piquete?
FERNANDO. ¿Qué extrañas mezclas hace usted, don Damián? Sin piquete.
DON DAMIÁN. De acuerdo.
Don Damián se marcha a preparar la orden.
FÉLIX. ¡Qué señor más extraño!
FERNANDO. Sí. Volviendo al tema: pobre Jesús.
FÉLIX. Y María, también
FERNANDO. Al igual que José.

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