"Señora, en mi calidad de doctor, certifico que don Viriato Murúa, su marido, tiene absoluta necesidad, para sobrevivir, de dejarla y casarse con una chica. Es el único medio de que este hombre conozca la dicha a sus años. Como médico, sólo puedo recetar su felicidad, pero si lo que a usted le atormenta es la felicidad de su marido, pase por la clíníca y le recetaremos un adulterio."
Carne de murciélago, p. 89, Plaza & Janés Editores, S.A., primera edición 1998, España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario