Manzana pudriéndose

Manzana podrida. Fotografía: Pawandy

Creo ser una de las pocas personas que no se deja arrastrar por la corriente. La envidia, el egoísmo, las ínfulas de sentirme más que los demás no me apetecen. Hay gente que se desvive por las ansias de poder, escalando posiciones a costillas de sus subalternos. Vanidosos se empeñan en demostrar que "ya tienen (tengo) el poder" (He man) o Supermán. Escudan su incapacidad echándole la culpa a los que están bajo su mando, y lo hacen a espaldas de éstos para que no tengan la oportunidad de defenderse. Mienten, transgreden, tergiversan la verdad, inventan mundos, engrandecen la mentira, no conocen la ética, son títeres de su incapacidad. Pobres inútiles, que sabiendo la verdad de la mentira se empeñan en subir, subir y subir. Poco dura ese bienestar si la administración está compuesta por personas éticas, pero por el contrario, si ésta tiene idénticas actuaciones a los de abajo, la manzana seguirá pudriéndose.