martes, 6 de mayo de 2008

¡Adelante!

La casa de las flores. Fotografía: Zyber


El día y sus adversidades. Mejor dicho, el trabajo y sus adversidades. A veces parece que no hay escape posible de las tribulaciones, pero lo bueno es no dejarse vencer por ellas, y aplicarle una llave de gladiador.
Las penas se alejan cuando, en vez de dejarnos vencer le damos una bofetada con nuestra mejor sonrisa. Pienso que si Dios (y así lo hago en mis oraciones) nos da la llaga, hay que solicitarle también la medicina.
Somos más grandes que el problema, de eso no hay duda.

No hay comentarios: