HB, borrador y plumón negro

Mapa de El Salvador y Candelaria. Mimamor

Recorrí El Salvador de Oriente a Occcidente, en menos de una hora. ¡Imposible! Sí, imposible. La explicación es sencilla: una tarea colegial dejada a Andrea María requería dibujar el mapa en un pliego de cartulina, su división política y la principal vía terrestre, aérea y marítima que nos conecta con otras latitudes.

A punta de HB configuré un país por mí olvidado, sus límites, ríos y lagos. Pensé sobre la pequeñez de nuestra parcela, los lugares hermosos que uno puede visitar y que prácticamente desconoce. La goma era mi cómplice cuando una línea abrupta no guardaba fidelidad con la referencia del libro de cuarto grado. Luego vino el plumón negro para acentuar las líneas, y nuevamente el borrador para que no pareciera, algo así, como una impresión movida.

Dibujar ese pequeño mapa que es mi país, me hizo recordar los días de escuela en que, según yo, era un país gigantesco.