El reverso de la Historia.
Fotografía: Ángel Pineda
Fotografía: Ángel Pineda
Porque esa manía de perpetuarse en el poder ya no cabe en estos tiempos. Los libros de Historia ya no quieren guardar en su seno más folios malhechos escritos con golpes de estado, con sangre, con engaños, con muerte. Los libros de Historia se están volviendo mamotretos que la gente aborrece con razón: ya no debieran registrarse hechos que sólo consiguen alzar al protagonista (que es lo que quiere) en un pedestal que ni por méritos merece, muchos menos por probidad. De todas maneras, los políticos, de la Historia no aprenden nunca. Entonces, ¿de qué sirve tanto hecho anotado con sangre?
A los políticos nadie los traga (sólo sus amados discípulos), pero ni con agua, porque hieden a corrupción, a juego sucio.
El Tiempo y la Historia los juzgarán, aunque ya quizás, ni en ella caben.
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