Que alce la mano aquél que nunca ha dudado. Si hasta el mismo Jesucristo en el momento supremo de su propia agonía lo hizo. A mí las dudas me sirven para reflexionar y encontrar alguna posible verdad. En más de alguna vez (creo) logro acertar.
miércoles, 31 de marzo de 2010
...Y el hombre se sintió solo
Y la belleza se llamó mujer. Fotografía: Valischkas
En esa vastedad que se llamaba Edén, el hombre se sintió solo. El sueño se coló en sus ojos y entonces, vino el amor y el hombre lo hizo suyo y suyo, también, lo hizo Eva, porque ella era su complemento. La soledad había terminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario