...Porque el arrepentimiento implica una promesa interna, no conmigo mismo sino con mi real ser. Quiere decir entonces, no caer nuevamente en pecado.
Si falto, he roto mi juramento; o sea pues, que a cada instante, por cada promesa quebrantada he faltado a mi más alto deber.
Si me arrepiento, mi promesa será: "¡No romperé mi juramento otra vez!"
Si falto, he roto mi juramento; o sea pues, que a cada instante, por cada promesa quebrantada he faltado a mi más alto deber.
Si me arrepiento, mi promesa será: "¡No romperé mi juramento otra vez!"