Que alce la mano aquél que nunca ha dudado. Si hasta el mismo Jesucristo en el momento supremo de su propia agonía lo hizo. A mí las dudas me sirven para reflexionar y encontrar alguna posible verdad. En más de alguna vez (creo) logro acertar.
viernes, 22 de enero de 2010
Exilio feliz
Para Adán y Eva, el Jardín ya no tenía ningún misterio y sólo les causaba tedio y haraganería. Para ellos, no hubo mayor felicidad, que el día en que fueron expulsados del Edén.
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