Que alce la mano aquél que nunca ha dudado. Si hasta el mismo Jesucristo en el momento supremo de su propia agonía lo hizo. A mí las dudas me sirven para reflexionar y encontrar alguna posible verdad. En más de alguna vez (creo) logro acertar.
jueves, 28 de abril de 2011
La oración
Hace varios días ya, que a Jesús, una profunda tristeza lo mantiene cabizbajo. Quiere liberarse de ella, pero no puede. ¡Valor aparte! Sólo le pide al Padre que, de ser posible, no le permita escanciar ese cáliz amargo; mas, humildemente,como buen Hijo, acepta que prevalezca la voluntad del Padre y no la del Hijo.
martes, 19 de abril de 2011
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