viernes, 4 de septiembre de 2009

La sandalia del pescador


Dignas de alabanzas son aquellos almas (mujeres y hombres) que dedican la vida entera a poner el pan en boca de los pobres, a curarles las heridas del espíritu, a darle la mano al caído, a perfumarle las llagas al enfermo.
Dichosas esas almas (hombres y mujeres) que creen en Dios, sin que de Él tengan una mínima evidencia entre sus manos, sólo la lectura de la Vulgata, y eso les basta para decir: "Señor, yo creo en Ti, en la respiración del mar que es tu aliento, en la hoja que movió tu mano y en la luz del Sol que baña los campos de la Tierra."
Y eso, eso les basta para saber que Dios está ahí, con ellos y para siempre.

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